jueves, 20 de noviembre de 2008

LA LEY DE ATRACCIÓN


La Ley de Atracción. Sabemos que es la Ley más poderosa.

No sólo es la más poderosa del Universo, sino que es necesario entenderla para que todo lo que os vamos a enseñar pueda serviros de algo. Tenéis que comprenderla para que cualquier cosa que experimentéis en primera persona, o que veáis que experimentan los demás, tenga algún sentido. La Ley de la Atracción influye en vuestras vidas y en la de las personas que os rodean. Es la base de todo lo que se manifiesta, de lo que llega a vuestra experiencia. Es esencial ser consciente de ella y comprender su funcionamiento para vivir la vida con un propósito. De hecho, es esencial para vivir la felicidad para la que os habéis encarnado.

La Ley de la Atracción dice: todo objeto atrae aquello que se asemeja a sí mismo. Cuando decís «Dios los cría y ellos se juntan», en realidad estáis hablando de la Ley de la Atracción. Tenéis prueba de ello cuando os levantáis deprimidos, y luego durante todo el día las cosas no hacen más que empeorar, hasta que al final decís: «No tenía que haberme levantado de la cama». También podéis verlo en vuestra sociedad cuando la persona que más habla de enfermedades está enferma y la que más habla de prosperidad goza de ella. La Ley de la Atracción también es evidente cuando con el dial de la radio sintonizáis, por ejemplo, la frecuencia 630 AM, porque sabéis que las señales radiofónicas entre el centro de transmisión y tu aparato de radio han de ser idénticas.
Cuando empecéis a comprender o para ser más exactos, a recordar, esta poderosa Ley de la Atracción, las pruebas serán evidentes, porque comenzaréis a reconocer la correlación exacta entre lo que habéis estado pensando y lo que se ha manifestado en vuestra vida. Nada aparece porque sí en vuestra experiencia. Lo atraéis todo. Sin excepción.

Puesto que esta Ley responde a vuestros pensamientos, sería correcto decir que estáis creando vuestra propia realidad. Todo lo que experimentáis lo atraéis gracias a que la Ley de la Atracción, responde a los pensamientos que habéis estado proyectando. Tanto si recordáis algo del pasado como si observáis algo en el presente o imagináis el futuro, el pensamiento en que os enfocáis en vuestro poderoso presente ha activado una vibración en vuestro interior y la Ley de la Atracción responde ahora.

Con frecuencia cuando las personas se encuentran en situaciones indeseadas, están seguras de no haberlas creado. « ¡Nunca me habría hecho esto a mí mismo!», exclaman. Y aunque sabemos que no lo atrajisteis deliberadamente a vuestra experiencia, no nos queda más remedio que deciros que sólo vosotros pudisteis haberlo provocado, pues nadie más tiene el poder para atraer lo que llega a vuestra vida. Al enfocaros en esa cosa no deseada, o en su esencia, la habéis creado por defecto. Como no entendíais las Leyes del Universo, o las reglas del juego, por así decirlo, habéis invitado cosas indeseadas a vuestra experiencia porque les habéis prestado atención.

Para entender mejor la Ley de la Atracción, considérate como un imán que atrae hacia sí la esencia de lo que está pensando y sintiendo. Si te sientes gordo, no puedes atraer la delgadez. Si te sientes pobre, no puedes atraer la prosperidad, y así sucesivamente. Eso desafía a la Ley.

Pensar en algo es invitarlo
Cuanto más entiendes el poder de la Ley de la Atracción, más interés tienes en dirigir deliberadamente tus pensamientos, pues obtienes aquello en lo que piensas, tanto si lo deseas como si no.

Aquello en lo que piensas es lo que empiezas a invitar a tu experiencia, sin excepción. Cuando piensas un poco en lo que quieres, a través de la Ley de la Atracción, ese pensamiento se hace cada vez mayor y cobra más fuerza. Cuando piensas en algo que no quieres, esa misma Ley lo atrae hacia ti, y también se amplifica. Cuanto más se amplía ese pensamiento, más fuerza de atracción adquiere, y por lo tanto, más seguridad hay de que recibas esa experiencia.

Cuando ves algo que te gustaría experimentar y dices: «Sí, me gustaría tener eso», gracias a la atención que le prestas lo invitas a tu experiencia. Pero cuando ves algo que no quieres experimentar y gritas: «No, no, ¡no quiero eso!», también lo estás invitando a entrar en tu experiencia debido a la atención que le estás prestando. En este Universo basado en la atracción, no existe la exclusión. La atención que prestas a algo hace que lo incluyas en tu vibración, y si lo mantienes en tu atención o conciencia durante el tiempo suficiente, la Ley de la Atracción lo traerá a tu experiencia, puesto que el «No» no existe en un Universo que se basa en la atracción. Tu atención te dice: « ¡Sí, tráeme esto que no quiero!»

Afortunadamente, aquí, en vuestra realidad física de tiempo-espacio, las cosas no se manifiestan al instante. Hay una maravillosa memoria temporal entre que empiezas a pensar en algo y el momento en que se manifiesta. Esa memoria temporal te ofrece la oportunidad de redirigir tu atención en la dirección en que realmente quieres que se manifiesten las cosas en tu experiencia. Y mucho antes de que suceda (de hecho, cuando pensaste por primera vez en ello) puedes saber, por cómo te sientes, si eso que deseas se va a manifestar o no. Si sigues prestándole atención —tanto si es algo que deseas como si no—, se manifestará en tu experiencia.

Estas Leyes te afectan aunque no entiendas su funciona-miento o las desconozcas por completo. Y aunque nunca hayas oído hablar de la Ley de la Atracción, su poderoso efecto es evidente en todos los aspectos de la experiencia de tu vida.

Cuanto más reflexiones sobre lo que estás leyendo y empieces a observar la correlación entre lo que estás pensando, lo que estás diciendo y lo que obtienes, más entenderás la poderosa Ley de (a Atracción. Y cuando dirijas deliberadamente tus pensamientos y te enfoques en las cosas que quieres atraer a tu experiencia, empezarás a recibir la experiencia de la vida que deseas en todos los aspectos.

Tu mundo físico es un lugar vasto y diverso cargado de una sorprendente variedad de acontecimientos y circunstancias, algunas de las cuales apruebas (y te gustaría experimentar), y algunas de las cuales desapruebas (y no te gustaría experimentar). Cuando viniste a esta experiencia física no era tu intención pedirle al mundo que cambiara para acomodarse a tus opiniones sobre cómo deberían ser las cosas, eliminando todo lo que no apruebas y añadiendo todo lo que apruebas.

Estás aquí para crear el mundo que has elegido, a la vez que permites que el mundo exista —tal como otros eligen que sea—. Aunque sus elecciones en modo alguno obstaculizan las tuyas, tu atención a lo que los otros eligen afecta a tu vibración y, por con-siguiente, a tu punto de atracción.

Mis pensamientos tienen un poder magnético

La Ley de la Atracción y su poder magnético se extiende a todo el universo y atrae otros pensamientos, que tienen una afinidad vibratoria... y hace que eso llegue a ti: tu atención a ciertos te-mas, tu activación de pensamientos, y la respuesta de la Ley de la Atracción a esos pensamientos es la causa de todas las personas, acontecimientos y circunstancias que llegan a tu experiencia. Todas estas cosas llegan a tu vida a través de una especie de conducto magnético, pues son las homologas vibratorias de tus pensamientos.

Obtienes la esencia de lo que piensas, tanto si lo deseas como si no. Al principio puede resultarte incómodo, pero esperamos que con el tiempo llegues a apreciar la justicia, coherencia y omnipresencia de esta poderosa Ley. Una vez la entiendas y empieces a ser consciente de aquello a lo que le estás prestando atención, recobrarás el control, de la experiencia de tu vida. Cuando tengas ese control volverás a recordar que no hay nada que desees que no puedas conseguir, y que no hay nada que no quieras que no puedas liberar de tu experiencia.

Comprender la Ley de la Atracción y reconocer la correlación absoluta entre lo que has estado pensando y sintiendo —y lo que se manifiesta en tu experiencia— harán que seas más consciente del estímulo de tus propios pensamientos. Empezarás a observar que tus pensamientos se pueden estimular a raíz de leer, ver algo en la televisión, oír u observar la experiencia de otro. Una vez veas el efecto que la Ley de la Atracción tiene sobre tus pensamientos, que empiezan siendo casi imperceptibles y que van adquiriendo preponderancia y fuerza a medida que les prestas atención, sentirás el deseo de dirigir tu atención hacia aquello que deseas experimentar. Pues sea lo que fuere en lo que piensas, sin importar cuál es la fuente de estímulo de ese pensamiento, mientras le das vueltas, la Ley de la Atracción empieza a trabajar y a ofrecer otros pensamientos, conversaciones y experiencias de naturaleza similar.

Tanto si estás recordando el pasado como si estás observando el presente o imaginando el futuro, lo estás haciendo ahora, y todo aquello en lo que te enfocas activa una vibración a la que la Ley de la Atracción responde. Al principio puede que estés reflexionando en privado sobre un tema en particular, pero si piensas mucho en ello, observarás que otras personas empezarán a hablar contigo de ello, pues la Ley de la Atracción busca a otras personas que proyecten una vibración similar y las trae a tu vida. Cuanto más te enfocas en algo, más fuerza adquiere; y cuanto más fuerte es tu punto de atracción al respecto, más pruebas aparecen en tu experiencia de la vida. Tan-to si te enfocas en lo que deseas como en lo que no deseas, la prueba de tus pensamientos fluye constantemente hacia ti.

Mi Ser interior se comunica a través de la emoción

Eres mucho más de lo que ves en tu cuerpo físico, pues aunque en realidad seas un extraordinario creador físico, existes simultáneamente en otra dimensión. Hay una parte No-Física de ti —que nosotros llamamos tu Ser Interior— que existe en este preciso momento mientras estás en tu cuerpo físico.

Tus emociones son tu indicador físico de tu relación con tu Ser Interior. En otras palabras, mientras centras tu atención en un objeto y tienes tu visión y opinión específica sobre el mismo, tu Ser Interior también está enfocado en ello y tiene su propia visión y opinión. Las emociones que sientes son las que te indican tu acuerdo o desacuerdo con esas opiniones. Por ejemplo, ha sucedido algo y tu opinión actual es que deberías haberlo hecho mejor, que no eres inteligente o que no eres digno. Puesto que la opinión actual de tu Ser Interior es que lo estás haciendo bien, que eres inteligente y merecedor, hay una clara contradicción en estas opiniones y las sentirás como una emoción negativa. Por otra parte, cuando te sientes orgulloso de ti mismo o sientes amor hacia ti u otra persona, tu opinión actual está mucho más próxima a la que siente tu Ser Interior y, en ese caso, sentirás emociones positivas de orgullo, amor o aprecio.

Tu Ser Interior o Fuente de Energía siempre te ofrece una perspectiva positiva de ti, y cuando tu perspectiva coincide con ésta, se produce la atracción positiva. En otras palabras, cuanto mejor te sientes, mejor es tu punto de atracción y mejor te salen las cosas. Las vibraciones comparativas de tu perspectiva y la de tu Ser Interior son las responsables de esta espléndida Guía que siempre está a tu alcance.

Puesto que la Ley de la Atracción siempre responde y actúa a cualquier vibración que emitimos, es muy útil que entiendas que tus emociones son las que te indican si estás en el proceso de crear algo que deseas o que no deseas.

Con frecuencia, cuando nuestros amigos físicos conocen la poderosa Ley de la Atracción y empiezan a entender que atraen las cosas en virtud de lo que están pensando, intentan controlar cada pensamiento, muchas veces se ponen en guardia respecto a sus pensamientos. Pero controlar los pensamientos es difícil porque puedes pensar en muchas cosas y la Ley de la Atracción siempre trae más.

En lugar de controlar tus pensamientos, te animamos a que prestes atención a cómo te sientes. Pues si eliges un pensamiento que no está en armonía con esa parte de ti más vasta, anciana, sabia y adorable que forma tu Ser Interior, sentirás la discordia y podrás redirigir fácilmente tu pensamiento hacia algo que te haga sentirte mejor y que, por lo tanto, te beneficie. Cuando tomaste la decisión de venir a este mundo físico, sabías que tendrías acceso a este maravilloso Sistema de Guía Emocional, pues entonces eras consciente de que a través de tus omnipresentes y fantásticas emociones podrías saber si te estabas desviando de tu conocimiento más profundo o si fluías con él.

Cuando piensas en dirección hacia algo que deseas, sientes una emoción positiva. Cuando piensas en dirección hacia algo que no deseas, sientes una emoción negativa. De este modo, simplemente prestando atención a cómo te sientes, sabrás en todo momento lo que está atrayendo tu poderoso y magnético Ser.

Mi omnipresente Sistema de Guía Emocional

Vuestro maravilloso Sistema de Guía Emocional es una gran ventaja para vosotros porque la Ley de la Atracción siempre está actuando, tanto si eres consciente de ello como si no. Por eso, siempre que piensas en algo que no quieres y te enfocas en ello, atraes más de lo mismo, hasta que al final atraes los acontecimientos o las circunstancias adecuadas para experimentarlo.

Sin embargo, si eres consciente de tu Sistema de Guía Emocional y te das cuenta de cómo te sientes, en las primeras etapas sutiles observarás que estás centrando tu atención en algo que no deseas, y podrás cambiar fácilmente de pensamiento para empezar a atraer lo que sí quieres. Si no eres consciente de tus sentimientos, no te darás cuenta de que estás pensando en la dirección equivocada, y es muy probable que atraigas algo muy grande y poderoso que no quieres y a lo que te resultará más difícil enfrentarte.

Cuando se te ocurre algo y sientes entusiasmo, significa que tu Ser Interior sintoniza vibratoriamente con esa idea y tu emoción positiva es un indicador de que en este momento la vibración de tu pensamiento está en sintonía con la de tu Ser Interior. En realidad, la inspiración es eso: en el momento presente estás en sintonía perfecta con la perspectiva más amplia de tu Ser Interior y, gracias a esa sintonía, estás recibiendo una comunicación clara o Guía, de tu Ser Interior

¿Y si quiero que suceda más rápido?

Debido a la Ley de la Atracción los pensamientos afines se atraen mutuamente, y cuando lo hacen, adquieren más fuerza. Y a medida que adquieren más fuerza —y por lo tanto están más cercanos a la manifestación—, la emoción que sientes se vuelve proporcionalmente mayor. Cuando te enfocas en algo que deseas, mediante la Ley de la Atracción, atraes cada vez más pensamientos respecto a ello y sientes una emoción positiva más fuerte. Puedes acelerar la creación de algo simplemente prestándole más atención, la Ley de la Atracción se encargará del resto y te traerá la esencia del objeto en el que estás pensando.

Nosotros definimos las palabras querer o desear del siguiente modo: enfocar tu atención o pensar en un objeto, a la vez que experimentas una emoción positiva. Cuando prestas atención a un tema y sólo sientes una emoción positiva respecto a él, llegará muy rápido a tu experiencia. A veces oímos que nuestros amigos físicos pronuncian las palabras querer o desear a la vez que experimentan dudas o miedo de que su deseo no llegue a hacerse realidad. Desde nuestra perspectiva, no es posible desear realmente algo y sentir una emoción negativa. El deseo puro siempre va acompañado de una emoción positiva. Quizás ésa sea la razón por la que las personas no están de acuerdo en el uso que nosotros hacemos de estas palabras. Muchas veces arguyen que «querer» implica una especie de carencia y se contradice en su significado, y estamos de acuerdo. Pero el problema no está en la palabra en sí, sino en la emoción expresada al utilizarla.

Deseamos ayudaros a comprender que podéis conseguir lo que deseéis ser desde cualquier punto departida, independientemente del lugar donde estéis o del estado en que os encontréis. Lo más importante es entender que vuestro estado de Ser o vuestra actitud en el momento presente es la base desde la cual atraeréis más de lo mismo. De modo que la poderosa y coherente Ley de la Atracción responde a todo en este Universo vibratorio, uniendo a personas con vibraciones afines, provocando situaciones con vibraciones parecidas y uniendo pensamientos con vibraciones semejantes. De hecho, todo en vuestra vida, desde el modo en que se producen los pensamientos en vuestras mentes hasta las personas a las que conocéis por el camino, es como ha de ser debido a la Ley de la Atracción.

¿Cómo quiero verme?
A la mayoría muchas cosas os van bien y deseáis que siga siendo así, pero también hay cosas que os gustaría que fueran de otro modo. Para que cambien las cosas, tenéis que verlas como queréis que sean en lugar de seguir viéndolas como son. Probablemente, la mayoría de vuestros pensamientos sean respecto a lo que estáis observando, que significa que lo-que-es domina vuestro enfoque, atención, vibración y, por ende, vuestro punto de atracción. Esto se agrava cuando los que te rodean también te observan.

A raíz de la tremenda atención que la mayoría concedéis a vuestra situación actual {lo-que-es), el cambio se produce lentamente o no se produce en absoluto. En tu vida aparece un flujo constante de personas diferentes, pero la esencia o la temática de esas experiencias no cambia demasiado.

A fin de que se produzca un verdadero cambio positivo en tu experiencia, has de dejar de ver cómo son las cosas —cómo te ven a ti los demás— y prestar más atención a cómo te gustaría que fueran. Con la práctica cambiarás tu punto de atracción y experimentarás una transformación sustancial en tu vida. La enfermedad se puede transmutar en bienestar, la carencia en abundancia, las malas relaciones en buenas, la confusión en claridad, y así sucesivamente.

Dirigiendo deliberadamente tus pensamientos —en lugar de contentarte con observar lo que sucede a tu alrededor—, empezarás a cambiar los patrones vibratorios a los que responde la Ley de la Atracción. Con el tiempo, con mucho menos esfuerzo del que piensas actualmente, ya no estarás creando —como respuesta a lo que los otros perciben de ti— un futuro demasiado parecido a tu pasado y presente. Pasarás a ser el creador deliberado de tu propia experiencia.

No es probable que veas a un escultor que tire la arcilla sobre su mesa de trabajo y exclame: «¡Oh, no me ha salido bien!» Sabe que ha de utilizar sus manos y moldearla para que la imagen que tiene en su mente quede reflejada en la arcilla con la que está trabajando. La variedad que hay en tu vida te ofrece la arcilla con la que moldeas tus experiencias, si sólo la observas sin ponerle las manos encima y amasarla deliberadamente para que se acople a tus deseos, no te satisfará porque no es lo que te habías propuesto cuando decidiste venir a esta realidad de tiempo-espacio. Queremos que entiendas que tu «arcilla», tenga la forma que tenga en estos momentos, es moldeable. Sin excepción.

Bienvenido al planeta Tierra!!!!
Puede que pienses que te sería más fácil escuchar estas palabras si las hubieras oído el primer día de tu experiencia en el planeta Tierra. Y si te estuviéramos hablando el primer día de tu experiencia de vida física, esto es lo que te diríamos: Bienvenido al planeta Tierra, pequeño... No hay nada que no puedas ser, hacer o tener. Eres un gran creador y estás aquí en virtud de tu poderoso y deliberado deseo de venir. Has aplicado específicamente la maravillosa Ciencia de la Creación Deliberada, y lo has conseguido gracias a tu habilidad para hacerlo.

Sigue adelante pensando en lo que deseas, atrayendo experiencias que te ayuden a decidir lo que quieres, y una vez lo hayas hecho, piensa unidireccionalmente en ello.

Pasarás la mayor parte del tiempo recopilando datos que te ayudarán a decidir qué es lo que quieres... Tu verdadera misión es decidir lo que quieres y enfocarte en ello, pues enfocándote en lo que quieres lo atraerás. Ése es el proceso de crear: pensar en lo que quieres, pensar mucho y con mucha claridad, para que tu Ser Interior te ofrezca la emoción correspondiente. Y cuando piensas y experimentas la emoción, te conviertes en el imán más poderoso que existe. Ése es el proceso mediante el cual atraes todo lo que deseas a tu experiencia.

Muchos de tus pensamientos no tendrán fuerza para atraer, al menos no al principio, no a menos que permanezcas enfocado en ellos el tiempo suficiente para que se multipliquen. Pues cuan-do son más en cantidad, tienen más fuerza y la emoción que sentirás de tu Ser Interior será más fuerte.

Cuando tienes pensamientos que despiertan la emoción, estás accediendo al poder del Universo. Sigue adelante (te diríamos) en este primer día de tu experiencia en la vida, sabes que has venido aquí para decidir lo que deseas y que te has de enfocar en ello.

Pero no te estamos hablando en el primer día de tu experiencia en la vida. Llevas aquí bastante tiempo. La mayoría os habéis estado viendo a vosotros mismos, no sólo a través de vuestros ojos (de hecho, ni siquiera principalmente a través de vuestros ojos), sino a través de los ojos de los demás: por consiguiente, muchos actualmente no estáis en el estado de Ser lo que queréis ser.

¿Es mi «realidad» verdaderamente tan real?
Intentamos ofreceros un proceso a través del cual podáis con-seguir el estado de Ser que elijáis para que podáis acceder al poder del Universo y empecéis a atraer al objeto de vuestro deseo, en lugar de atraer lo que ya tenéis en vuestro actual estado. Pues, desde nuestra perspectiva, hay una gran diferencia entre lo que existe ahora —lo que denomináis «realidad»—y lo que es vuestra verdadera realidad.

Puede que estés dentro de un cuerpo enfermo o que no tiene el tamaño, la forma o la vitalidad que has elegido; que tengas un estilo de vida que no es como esperabas; que conduzcas un coche que no te gusta o te relaciones con personas que no te agradan... Sea cual sea tu caso, queremos ayudarte a comprender que, aunque eso te parezca tu verdadero estado de Ser, en realidad no lo es. Tu estado de Ser es cómo te sientes respecto a ti mismo en cualquier momento.

¿Cómo puedo aumentar mi poder magnético?
Los pensamientos que no van acompañados de una emoción fuerte carecen de un verdadero poder magnético. En otras palabras, aunque todo pensamiento tiene un potencial creativo o de atracción magnética, los pensamientos combinados con una emoción fuerte son los más poderosos. Sin duda, la mayoría de los pensamientos no tienen mucho poder de atracción. Más o menos mantienen lo que ya has atraído.

¿Comprendéis ahora el valor de pasar 10 o 15 minutos al día confeccionando deliberadamente pensamientos poderosos que evoquen una emoción grande, fuerte, apasionada y positiva para atraer las circunstancias y acontecimientos que deseáis? (A nosotros nos parece muy valioso.)

Aquí os ofreceremos un proceso mediante el cual pasaréis un rato cada día atrayendo intencionadamente a vuestra experiencia salud, vitalidad, prosperidad y relaciones positivas con los demás... todas las cosas que formen vuestra visión de lo que es una vida perfecta para vosotros. Eso supondrá un verdadero cambio, amigos. Pues cuando ponéis la intención y recibís, no sólo recibís el beneficio de lo que habéis creado, sino también una nueva visión que hará que vuestras futuras intenciones sean diferentes. Eso es la evolución y el crecimiento.

Taller del Proceso Creativo
Éste es el proceso: cada día vais a hacer una especie de Taller Creativo. No durante mucho rato: 15 minutos es un tiempo razonable; 20 minutos como mucho. Este Taller se ha de realizar en el mismo lugar todos los días, lo mejor es que sea un lugar donde nada os pueda distraer o interrumpir. No se trata de entrar en un estado alterado de la conciencia, no es un estado meditativo. Es un estado de pensar lo que quieres con tal claridad que tu Ser Interior responda con una emoción de confirmación.

Antes de empezar este proceso, es importante que seáis felices, pues si empezáis infelices o sin emoción alguna, vuestro trabajo no dará mucho resultado, ya que vuestro poder de atracción estará ausente. Cuando decimos «felices», no estamos hablando de estar dando brincos en un estado de excitación. Nos referimos a un sentimiento de rebosar alegría, ese tipo de sensación que se tiene cuando todo va bien. Por lo tanto, os recomendamos que hagáis lo que sea necesario para conseguirlo. Este proceso es diferente para cada persona. A Esther, escuchar música la conduce a ese estado de dicha fácilmente, pero no cualquier tipo, ni siquiera siempre la misma. Otras personas lo consiguen estando en contacto con animales o cerca del agua... Una vez hayáis alcanzado ese sentimiento de bienestar, tenéis que sentaros porque ya habrá empezado vuestro Taller.

Lo que debéis hacer es reunir los datos que habéis estado recopilando de vuestras experiencias en la vida real (cuando os habéis estado relacionando con los demás y entrando y saliendo de vuestro entorno físico). Tenéis que recopilar datos para crear una especie de imagen de vosotros mismos, una que os satisfaga plenamente.

Vuestra experiencia fuera de vuestro Taller será de mucha ayuda, pues a lo largo del día, hagáis lo que hagáis —ir a trabajar, hacer cosas en casa, relacionaros con vuestra pareja, amigos, hijos o padres—, si utilizáis vuestro tiempo, y una de vuestras intenciones es recopilar datos y ver las cosas que os gustaría atraer a vuestro Taller, descubriréis que cada día es divertido.

¿Habéis salido algún día de compras con dinero en el bolsillo dispuesto a gastarlo en algo que os guste? Y cuando mirabais, aunque hubiera muchas cosas que no quisierais, vuestra intención era encontrar algo por lo que cambiar vuestro dinero. Bueno, así es como nos gustaría que vierais todos los días de vuestra vida, como si tuvierais un bolsillo lleno de algo que quisierais cambiar por estos datos que estáis recopilando.

Por ejemplo, podéis ver a una persona que tiene una personalidad alegre. Recopilad datos, para atraerlos posteriormente a vuestro Taller. A lo mejor veis a alguien que lleva un coche que os gusta; recopilad esos datos. Puede que veáis un trabajo que os guste... Sea lo que sea lo que veáis y que os guste, recordadlo. (Hasta podéis escribirlo.) Cuando veáis algo que os gustaría ser en la vida, empezad a recopilar datos y almacenadlos en una especie de banco mental. Luego vais a vuestro Taller y empezáis a asimilarlos, y a medida que lo vais haciendo, preparáis una imagen de vosotros mismos con la cual atraeréis a vuestra experiencia la esencia de lo que os ha agradado.

Si podéis asimilar el conocimiento de que vuestro verdadero trabajo —independientemente de las otras actividades que estéis realizando— es mirar a vuestro alrededor para ver qué es lo que deseáis con la intención de llevarlo a vuestro Taller y crear la imagen de vosotros mismos con la que podréis atraerlo, entonces os daréis cuenta de que no hay nada imposible.
Libro la ley de atraccion- Eshter y Jerry Hicks